¿No puedes decidirte entre una piscina de agua salada o de cloro? ¿No sabes cuáles son sus diferencias? Tranquilo, no eres el único. Es una de las preguntas más frecuentes entre los propietarios o futuros propietarios de piscinas.

Cuando se trata de una piscina de agua salada frente a una de cloro, hay algunas diferencias clave que las distinguen. Y aunque ambas son opciones válidas para tú piscina, es esencial comprender sus pros y sus contras para tomar la decisión correcta.

En este artículo, repasamos todo lo que necesita saber sobre las piscinas de agua salada y de cloro. Para que, al final del mismo, estés totalmente informado y listo para elegir.

Piscina salada

Si estás interesado en introducir la cloración salina en tu piscina, accede a este post en el que explicamos detalladamente en qué consiste y sus ventajas: la cloración salina en las piscinas

Las piscinas de agua salada son una opción maravillosa para las personas que disfrutan buceando, ya que produce menos irritación de la piel y los ojos. Las piscinas saladas tienen un agua que se siente más suave al tacto. Contrariamente a la creencia popular, las piscinas de agua salada contienen cloro, pero los niveles de éste son menores y la forma de introducirlo en el agua es diferente a la de una piscina de cloro. En lugar de utilizar tabletas o barras de cloro, la sal se añade directamente al agua y un generador de cloro salino (también conocido como clorador salino) convierte la sal en cloro.

Al igual que las piscinas de cloro, las de agua salada requieren un sistema de filtración, aunque es diferente del sistema tradicional de las piscinas de cloro.

Piscina de cloro

Una piscina de cloro requiere que se añada cloro, en forma líquida o de pastillas, para ayudar a combatir las bacterias, el agua turbia y las algas. También hay que equilibrar el agua con más frecuencia que en una piscina de agua salada. Controlar el agua con un kit de análisis o tiras reactivas le ayudará a evaluar el estado del agua y te permitirá saber si es el momento de añadir más cloro.

El mantenimiento sobre todo en invierno y la limpieza regular de una piscina ayudarán a mantenerla libre de bacterias y algas. Deberás eliminar la espuma de la piscina con cloro para eliminar los residuos que sean necesarios, así como aplicar un tratamiento de choque a la piscina y comprobar semanalmente el PH y el cloro. También debes añadir alguicida una vez a la semana para frenar el crecimiento de las algas.

En resumen, escoger entre una piscina salada o de cloro variará en función de las preferencias de cada uno, esperamos que llegados a este punto tengas claro que tipo de piscina te conviene más. Sin embargo, si después de leer esta publicación te ha quedado alguna duda, no dudes en contactar con Suministros Cárdenas y te resolveremos todas tus preguntas encantados.